La multimillonaria industria de bienes raíces de bienestar cree que los purificadores de aire, los sensores de contaminación y los materiales naturales pueden infundir nueva vida a los hogares de gama alta.

Lo último en servicios inmobiliarios de alta calidad: vivir más tiempo.

Al menos esa es la opinión del desarrollador inmobiliario del sur de Florida, Rishi Kapoor, cuya empresa Location Ventures ha comenzado a vender unidades en un próximo desarrollo frente al mar en Coral Gables, que Kapoor cree que cumplirá la promesa de un hogar más saludable, que según él es «no sólo ciencia ficción, sino también un hecho».

La próxima promoción de Villa Valencia, que se inaugurará a mediados de 2021, cuenta con 39 unidades, todas ellas con algunas de las últimas novedades de la floreciente tendencia inmobiliaria del wellness.

El argumento de venta destaca «el aire de calidad hospitalaria, la energía de la luz y el agua libre de contaminantes para proteger contra los contaminantes, los radicales libres y el envejecimiento».

Los residentes pueden establecer alertas para ciertos alérgenos y ser notificados cuando alcanzan un nivel crítico en el interior, lo cual enciende el HVAC para remediar y hacer circular el aire fresco.

Junto con el acceso a las azoteas verdes  y a un spa hammam, las características dentro de cada unidad pueden, según el material de venta, crear una casa que «te haga vivir más tiempo».

Tendencia en alza

Villa Valencia es sólo el último ejemplo de la creciente y un tanto nebulosa industria de bienes raíces de bienestar.

El Global Wellness Institute, con sede en Miami, Florida, un grupo comercial de la industria, afirmó en un muy citado estudio de 2018 que se trata de una industria de 134.000 millones de dólares, que crece a una tasa del 6,4 por ciento anual a nivel mundial y que se espera que supere los 180.000 millones de dólares para 2022.

Estudios realizados por aclamados investigadores e historias en el New Yorker y en otros lugares han resaltado el peligro de vivir una vida mayormente bajo techo, rodeado de aire rancio e insalubre y de un cóctel de productos químicos tóxicos. Investigaciones adicionales apuntan a la importancia del medio ambiente sobre la genética para determinar los resultados de salud.

Tampoco perjudica los resultados finales de los desarrolladores al ensalzar las virtudes de una casa más saludable. El Global Wellness Institute sugiere que los propietarios están dispuestos a pagar un promedio de 10 a 25 por ciento de prima por las casas dentro de las comunidades de bienestar.

Eso puede explicar por qué, a partir de 2018, unos 350 proyectos de este tipo estaban en tramitación en todo el mundo. Johnston dice que la tendencia se encuentra sólo en las primeras etapas de la corriente principal de desarrollo y que continuará aumentando.

Otro aspecto del aumento de los bienes raíces de bienestar es la creciente conciencia pública sobre el cambio climático, y una comprensión más profunda de la contaminación del aire y su impacto perjudicial en nuestra salud.

Malin dice que la conciencia climática es un factor creciente en la forma en que su empresa diseña su hogar; los incendios forestales que batieron récords cerca de San Francisco el verano pasado inspiraron a Troon a crear nuevos sensores de humo que cierran las ventanas y recirculan el aire filtrado dentro de las casas.

No sólo para los ricos

Hablar de sistemas de filtración de aire de alta calidad y de catástrofe climática sugiere el espectro de una mayor inequidad ambiental: los ricos que viven en burbujas protegidas y seguras para el clima, mientras que el resto de nosotros respiramos una atmósfera más contaminada.

Sin embargo, todos los desarrolladores y expertos entrevistados para esta historia hicieron un punto de vista para discutir cómo ven que este enfoque de tecnología y desarrollo se está extendiendo, y todos esperan desarrollar proyectos más asequibles y centrados en la fuerza laboral en el futuro.

Kapoor dice que los filtros, sensores e iluminación que usó para Villa Valencia habrían sido tres veces más caros hace apenas cinco años. Y Scialla se sorprende de lo rápido que ha crecido la industria.

Fuente: Curbed.com